Celosía de salida

 Por Fénix Figueroa

Son las cinco pasadas las cinco

y me pregunto por qué vos estarás triste

y por qué escribo vos si vos

no sos vos

vos eres tú

son las cinco pasadas las cinco y

doy vuelta en la esquina 

de una mala memoria.

Dentro de dos horas el cielo dormirá

Con el cobijo de temporal

Y en tus ojos y en los míos despertarán 

otros cielos y otras lunas

Pero aún son las cinco pasadas las cinco

Y vos seguís triste

Y yo sigo sin saber por qué sos vos

quién me despierta del sueño

y se acurruca en el recuerdo

junto al cuello y se hace un ovillo

enjuto y necio que no quiere 

soltarme cuando ni siquiera me aferra

Son las cinco pasadas las cinco y 

sin embargo ya ha muerto

un día verás que sus fuegos se apagan

y te darás cuenta de todas

las horas sin vivir

el aire se respira de tedio

por capricho por costumbre

Aquí falta la esencia de todas

las risas pronunciadas 

tan solo en tus adentros

el aire se respira de envidia 

verde como me la hiciste conocer

y vos nadás en el aire como sirena

cómo fantasma de agua

y vos llevás en las escamas tatuado

un anhelo robado por 

tus pequeños ojos

ciegos testarudos lamentables

distraídos pero nos damos cuenta de todo

y me niego y te niegas

nos negamos la dicha el calor

de la palabra silenciada desde

las almas del pasado

Son las cinco pasadas las cinco 

Doy vuelta en la esquina de 

un reloj como espejo

y doy vuelta en la esquina de

un tiempo sin reflejo

y doy vuelta en la esquina

y no te encuentro ni en el

recuerdo ni en el reloj ni en el reflejo

y doy vuelta en la esquina

y tú ya no existes

solo estás vos